Construyendo una vivienda en Mallasilla / 2017
Los clientes nos contactaron para que construyamos su casa en una parcela en esquina en el barrio la providencia de la ciudad de La Paz, en la zona de Mallasilla.
El plan original era el de construir un proyecto que había sido diseñado por otro estudio de arquitectura, pero poco a poco nos dimos cuenta con los clientes que habían varias cosas que podían mejorar en el proyecto, por lo que finalmente se decidió rediseñar completamente la vivienda.
La construcción comenzó en diciembre de 2015 y tomó cerca de dos años concluirse.
Para la estructura de contrato al ingeniero Juan Pablo Jimenez que recomendó el uso de una losa radier para la estructura ya que esta se comporta mejor en los terrenos arcillosos que es con lo que nos encontramos en la parcela del proyecto.
La construcción de la obra gruesa nos tomó seis meses, la vivienda cuenta con un semi-sótano y dos niveles y la cubierta está hecha con una losa de hormigón armado e impermeabilización con capa asfáltica.
Los materiales básicos para la obra fina son el ladrillo, el yeso y las fachadas de cemento con terminado rústico, para las ventanas se eligieron carpinterías de aluminio con un tono grafito oscuro traídas de china y con ventas dobles para conseguir una temperatura apropiada y constante durante todo el día. para el piso se eligieron tablones de madera natural con muchas vetas que generan contrastes interesantes con sus tonos rojizos. Los terminados de porcelanatos para baños y cocina y los materiales de melanina para los mobiliarios se eligieron en réplicas de materiales naturales con un aire rústico pero con líneas muy modernas.
El elemento más importante del interior es la escalera helicoidal que se encuentra en el ingreso de la casa y que separa el espacio de circulación de la planta primera con la del living y el comedor, este elemento casi escultórico de metal rústico con baranda de madera, nos conduce visualmente por los tres niveles del proyecto. En el semi-sótano, la escalera se une perfectamente con el suelo de cemento y alquitrán y recorre los muros de hormigón armado hasta encontrarse con los grandes ventanales y los suelos de madera de la planta primera y segunda que está rematada por un gran lucernario que baña de luz a toda la escalera y sus alrededores.
Se dividió la vivienda en dos volúmenes puros que destacan por tener alturas y colores distintos entre ellos, en la parte trasera se decidió separar la parte del sótano utilizando un color distinto por la fuerte presencia de todo el edificio en esa fachada. En los bordes de las ventanas se crearon unos elementos de hormigón que se pusieron de forma desordenada para ayuden a darle carácter a las fachadas.
El proyecto se terminó en septiembre del 2017.