Porque modificar una fachada? Edificio Uriel
Hay muchas razones para cambiar la fachada de un proyecto que ya está en construcción, puede ser que los clientes no estén conformes con el diseño original, puede ocurrir que el diseño original se haya encarecido a medida que el proceso constructivo avanza y se toman desiciones que afectan los costos, en nuestro caso el cambio pasa por otras razones.
Originalmente el diseño fue hecho por el arquitecto Diego Suárez Traverso cuando todavía trabajaba en Artefacto. La idea de su diseño se basaba en dos conceptos.
Primero darle el mayor movimiento posible a cada nivel y a las fachadas, para que el edificio no tenga una imagen estática, esto en la realidad resulta ser muy difícil por varias razones, está el promotor del proyecto que quiere ganar la mayor cantidad de metros cuadrados de venta y eso implica ocupar todo el espacio físico posible, lo que deja poco espacio para mover elementos, el otro problema es la normativa vigente, que restringe mucho lo que se puede hacer en un proyecto, más aún tomando en cuenta lo pequeños que son los terrenos en la ciudad de La Paz. Por está razón el arquitecto decidió aprovechar un incentivo de la normativa que permite sacar volados en pisos superiores, con esto y la propia forma del terreno se lograron quiebres y balcones que ayudan a dinamizar las formas de la fachada que de otra manera sería muy rígidas, además que generar elementos interesantes para los propietarios.
Segundo, se decidió utilizar los materiales en bruto siempre que se pudiera, se aprovechó en dejar los bordes de las losas en hormigón visto, solución que además de tener un interés visual importante evita las rajaduras comunes que aparecen entre las losas y los muros, por otro lado se dejaron ciertos planos de muro en ladrillo rústico visto siempre al lado de alguna ventana, esto convinado con paños revocados y pintados en color blanco.
Pese a que el edificio tiene losas de distintas formas y en distintas posiciones el arquitecto logró una unidad y un orden en las líneas y formas de la fachada, prácticamente todos los muros y ventanas están alineados en todos los niveles. Lo que da una imagen de verticalidad a un edificio con perfil bajo.
El cambio de diseño de la fachada del Edificio Uriel es necesario porque a medida que el edificio se construye y se venden departamentos, los clientes piden cambios importantes en la distribución de los mismo, baños y cocinas cambian de lugar, algunos departamentos crecen y otros se hacen más pequeños, lo que hace que la mayoría de las ventanas y módulos de pared ya no queden alineados con la nueva disposición de los departamentos.
La otra razón de este cambio es que muchos compradores pidieron ventanas más grandes, cosa en la que estuvimos completamente de acuerdo.
Este fue el punto de partida para encarar el nuevo diseño del Edificio, la mayor dificultad residió en que el edificio ya estaba en construcción y se encontraba en una fase avanzada de la obra gruesa por lo que no se podía hacer ninguna cambio volumétrico. El otro reto estuvo en encontrar una unidad y darle sentido a tanto desorden, ninguna ventana, ninguna paño quedó igual en ningún piso.
Se hicieron bastantes pruebas con modulaciones de ventanas y muros que trataron de respetar el espíritu del diseño original, pero el desorden de elementos era muy grande y cualquier intento por emularlo incrementaba esa percepción, por lo que finalmente se decidió ordenar todo con módulos de un metro, todos los muros tendrían un metro de ancho y solo habrían ventanas de uno, dos o tres metros, lo que permitió que sin importar la disposición de los elementos o cualquier cambio que hubiera, las líneas de los mismos siempre estarían alineadas a lo largo de los pisos y en todo el edificio.
La otra decisión que se tomó fue la de ponerle color a los muros rompiendo así con la premisa principal del diseño original, donde todos los elementos quedarían en bruto. Cada módulo de muro revocado y pintado tendría uno de tres colores, blanco, gris claro y gris oscuro, el cuarto módulo cambió el ladrillo rústico tradicional propuesto por el diseño original por uno ecológico de color hormigón verdososo, todos estos módulos estarían distribuidos de forma desordenada con una única excepción, los paños de ladrillo siempre debían estar a lado de una ventana.
Así fue la experiencia de diseño que tuvimos con este proyecto, al final creemos que logramos generar una fachada coherente en todas sus caras, atractiva visualmente y constructivamente sencilla y asequible.